domingo, 3 de marzo de 2024

RETO DE ESCRITURA MES DE MARZO

 Relato número cuatro...



        La primera carta de amor que escribí...

  

       La primera carta de amor que escribí fue para mi mejor amigo, no tenía más de tres líneas, sin embargo, desde mi infantil perspectiva de seis años de edad, eran lo suficientemente elocuentes. He escrito muchas cartas desde entonces, pero ninguna tan sincera como aquella. 

        Los años han transcurrido dejando atrás mi adolescencia y mis primeros años como adulta joven, con el tiempo, otros amores me han enseñado lo necesario para llevar una relación con bastante éxito, pero el recuerdo de ese niño y mi primera carta de amor me persigue con mayor fuerza últimamente. Su cabello rizado, su piel algo aceitunada y su sonrisa desdentada me recuerdan lo inocentemente feliz que era. Que puede importar el mundo entero cuando tu realidad está limitada a tu salón de clases y tu tiempo de recreo.  

        Tras la graduación de primaria, nuestros caminos se separaron, siguiendo cada uno las directrices establecidas por las autoridades paternas, la vida ha seguido su rumbo, dejando a cada quien en un sitio definido por la suerte. Supe que estudió derecho, es aceptablemente exitoso con una oficina propia en el centro de la capital, yo me convertí en maestra y poco después seguí una carrera como artista plástica, exponiendo eso sí en un par de galerías de alto nivel. Él se casó, yo permanecí soltera, él tuvo un par de niños, yo preferí la compañía de una mascota robot. Él tiene una casa cómoda en un barrio de clase media, yo alquilé un piso completo en un edificio de apartamentos, luego lo adquirí y remodelé hasta convertirlo en una especie de chalet urbano, donde trabajo en mi arte y mis clases simultáneamente.  

        La vida ha seguido rodando y llevándonos por delante, hemos cambiado mucho, pero esas primeras letras siempre estarán ahí, como un lazo irrompible en la memoria de nuestras vidas.


martes, 27 de febrero de 2024

RETO ESCRITURA MES DE FEBRERO

 Relato número dos...


            Los panes de la tienda de la esquina...



           Don Amador ha sido panadero desde que recuerda, aprendió de su tío y su abuelo cuando era muy joven para entender la vida. Han pasado muchos años, ha amasado, cernido, horneado todos los días, sin cambiar ni un minuto de su rutina. Don Amador es un hombre ya entrado en años de viejo, pinta canas grises en sus sienes con una prominente calvicie desde la frente hasta la coronilla. Es un hombre ya barrigudo, de sonrisa ligera y palabra amable. Don Amador no ha hecho otra cosa en su vida, nunca deseo hacer otra cosa hasta que un día una llamada cambió su rutina por completo. 

        Desde el otro lado del teléfono, la voz de su hermano le comunicó la muerte inesperada de su padre; era ya un hombre muy anciano, arrepentido por muchas de las decisiones que tomó en su vida, la más dolorosa fue la de entregárselo a su abuelo para que este lo cuidara cuando su madre murió. Era tan pequeño en ese entonces que no tuvo más opción, su cuñada podría atenderlo mientras era un bebe, debieron devolverlo al cumplir los siete años, pero su hermano y su esposa ya no pudieron separarse de él y él los quería como padres. Ahora ya adulto, sin más familia viva que su hermano, muchas cosas se removieron en su memoria.  

        ¿Qué hacer, asistir a ese funeral?, pero, ¿quién atendería la tienda? Su padre no lo abandonó por gusto o por falta de amor, simplemente fue un hombre de campo que no podía atenderlo de bebe, con el tiempo sus tíos y su abuelo eran la familia que conocía y no quería nada más que eso, eso y hornear pan como le enseñaron. En fin, si salía muy temprano y regresaba al atardecer, podría cerrar solo por un día. Si eso haría y sería todo. ¿Cuántas ideas se han formulado en su cabeza desde la llamada?, saludar a su hermano, asegurarle que no necesita nada de la vieja casa de campo, que es feliz con su panadería. Regresar pronto a lo que conoce mejor que nadie, su horno. Un abrazo fraternal sería todo y después nada más. 

        A las tres y treinta de la mañana tomó el viejo tren a Alajuela desde San José, un trayecto corto, de solo tres horas. Luego un taxi hasta Los Girasoles, la pequeña finca familiar ubicada en el Cerro Miravalles. Al llegar se encontró con la sorpresa de tener dos nietos de edad escolar, un sobrino en sus veintitantos, un hermano que pintaba barbas de viejo y cabello de plata. Su cuñada era de su edad, más o menos, algo regordeta, mal encarada pero amable. Enterraron a su padre al medio día, comieron algo ligero con un buen café de campo. Todo fue tranquilo, la conversación sobre las disposiciones del padre fueron plenamente aceptadas. Recibió el dinero que le dejó como un regalo que podría usar en comprar un horno nuevo y mejorar los aparadores de la panadería. Su hermano le agradeció que no peleara la tierra. 

            Don Amador regresó esa noche a San José, tomando el último tren a la capital. Al día siguiente una de sus clientas habituales le agradeció su regreso, nadie quería estar un día sin los panes de la tienda de la esquina, sus panes, su tienda, su vida.





lunes, 19 de febrero de 2024

SIN RASTRO

 

 


 

 

 Sin rastro

En algún lugar de San José, Costa Rica

       El oficial Rojas entró en la casa con su arma reglamentaria en mano, su compañero de apellido Zúñiga iba tras él, atentos a cualquier ruido o movimiento. 

        La vivienda fue levantada en una vieja urba, una de las primeras en el cantón. Eso fue cuando el gobierno se preocupaba por la gente, eran otros tiempos.  Era en general una casa sencilla, con dos ventanas frontales, una lateral y otra trasera. Construida a medias en madera y cemento, lucía en buenas condiciones, aunque era obvio que sus ocupantes vivían al día. Un pequeño gato pardo se acurrucó sobre el cuerpo, tendido a medias entre el suelo y un sofá de dos plazas color verbena aterciopelada. Su compañero, con tantos años más de experiencia, permanecía inmóvil unos pasos atrás. En cuanto pudo moverse, revisó rápidamente los dos pequeños dormitorios, ambos desordenados, el baño y la cocina eran visibles desde la sala. Atrás el pequeño patio mostraba la ropa tendida, una pileta enchapada y algo de césped mal cortado. 

       Los oficiales llamaron por sus radios, pidiendo, según su protocolo, al equipo de investigación forense del organismo de Investigación Judicial. Quince minutos después, dos camionetas oficiales aparcaban junto a la patrulla. El hombre de edad avanzada presentaba una herida abierta y muchos golpes, había luchado por su vida. Pronto el equipo de hombres blancos revisaban el lugar, recogían las evidencias y al fallecido que ya presentaba los espasmos del rigor. Testigos de la zona alertaron de un segundo cuerpo a pocas calles, un hombre de mediana edad se había desangrado mientras trataba de huir de la casa. Las pesquisas siempre incluyen testimonios de conocidos, rastros y cualquier evidencia útil, pero en este caso, apenas si había rastros que seguir.

    En algún lugar de Cartago

        Una casa de dos plantas, con pisos de terrazo y balcones en las habitaciones superiores, parecía normal desde afuera, en su interior dos hombres hablaban quedamente para no ser oídos. Las muertes de los dos intermediarios fueron inevitables, es lo que pasa cuando traficas con drogas y quieres apoderarte de todo. Pronto su cartel será el más temido del país, entonces nadie podrá detenerlos.

 

 

martes, 6 de febrero de 2024

RELATO DE CIUDAD I




I

            El reloj marca el paso como un buen militar, compasado y rítmico, la tarde seguía la marcha con eficaz sincronía. Hay algo de sol entrando en la sala, tocando cada superficie que alcanza, en la casa todo está silencioso, tranquilo. Sin duda un momento del día que te invita a tomar un té mientras descansas en alguna terraza o sala de estar. A lo lejos, la música de una casa vecina, un recordatorio de que existe humanidad circundante, una humanidad que vive en sus propias casas, que también mira el reloj y la tarde mientras realizan su desfile. El vecindario está inusualmente tranquilo, cualquiera podría creer que tratan de esconderse de mí, es ridículo, pero apenas puedo pensar en una razón diferente para tanta calma. Los techos entre rojos y óxidos brillan. Las ramas de los pocos árboles se mueven quedamente sobre esos techos que logran alcanzar. No hay aves, ni gatos o perros callejeros paseando por ahí, tampoco bolsas de basura sobre la acera.

            Por fin, un cambio, el motor de un coche rompe el camino aparcando justo en la puerta, unos largos instantes pasan antes de escuchar el silencio de nuevo, el motor se calla y la puerta se abre y cierra. Suena otra canción, otro ritmo esta vez. La voz de un hombre entona una melodía de amor y ausencia, la misma que llega a herirme cada vez que bajo la guardia.

            Mi espada desenvainada en todo momento para que las lágrimas no me ganen en esta tarde, que por hermosa y veraniega me grita altanera, no hay nadie conmigo, nadie que me desee cerca, entonces una lágrima logra huir por mi mejilla. No la detengo, por alguna razón esa sola lágrima me da consuelo. Aún puedo sentir.





martes, 23 de enero de 2024

RETO ESCRITURA MES DE ENERO

 El primer relato del año



            Había una vez un vampiro...

 


 

 

        Largos años han pasado desde que el guerrero, temeroso de su propia muerte, hiciera un pacto con una criatura de la oscuridad. En aquel acuerdo, la criatura le permitió al guerrero seguir en la tierra poseyendo otros cuerpos, de esta manera no estaría atado a su cuerpo mortal. Para mantenerse debía alimentarse de sangre cada cierto tiempo; cuando su cuerpo se deteriora por la muerte, debía buscar uno nuevo para habitar. De esta forma, él podría permanecer en la tierra como un vampiro. El tiempo ha pasado, años y siglos deambulando de un lado a otro como alma errante, sin vivir o morir del todo. Así inicia esta historia, con un Había una vez un vampiro llamado Ar vid, nacido en el  650 A.C., en las lejanas montañas del norte de lo que hoy llamamos Europa.

         Hacia el año 1230 un joven salió de su pequeña casa en busca de su padre, quien había salido a buscar madera seca para preparar la carne del animal que habían cazado ese mismo día. Su madre, una mujer regordeta y sonriente, destazaba el animal con gran facilidad, mientras sus hermanos y hermana se ocupaban de ayudarla. Todo era útil, la piel, los huesos, la carne, incluso las entrañas tenían su lugar. La familia vivía en un claro, a la orilla de un frondoso bosque. Su casa era una edificación circular, donde un solo espacio servía para todo. Su vida era simple, la caza y algo de agricultura los mantenían alimentados sin mayor problema. La madre, al ver que su marido no volvía, pidió a su hijo mayor ir a buscarlo, temiendo que hubiese tenido algún desafortunado percance y no pudiese pedir ayuda. El joven obedientemente buscó en el bosque, cerca del camino y a las orillas del río, no había rastro del hombre mayor, era como si la tierra lo hubiese tragado, el padre simplemente no se hallaba en ninguna parte. 

        Mientras regresaba a su casa, fue recogiendo algunas ramas secas para el fuego, al llegar al claro donde vivían sintió algo distinto en el aire. Al entrar en la casa todo estaba en silencio, llamó a su madre, pero no obtuvo respuesta, llamó a sus dos hermanos, tampoco le respondieron, por último llamó a su hermana, solo escuchó un gemido casi apagado como respuesta. Algo estaba mal, lo podía sentir, entonces una figura se dejó notar en el centro de la casa, podía verla desde la puerta destrozada, colgante de solo una de las bisagras improvisadas con maderos, bisagras que solían mantener la puerta en su sitio. La oscuridad del interior lo hizo temblar por un momento, ¿dónde estaba su familia, por qué nadie respondía?

        Tragando su propia saliva, decidió entrar a su casa esperando ver algo en el interior, pero la oscuridad era casi total. En el suelo, amontonados en un rincón, los cuerpos de su familia yacían inmóviles, también su padre estaba ahí. La figura se movió al otro lado de la única estancia, lo miraba fijamente, esperando que él hiciera algo, un movimiento, un sonido, cualquier cosa. El joven, que era casi un hombre, miró fijamente a la figura, obstaculizando con su cuerpo la puerta, evitándole así la huida. Entonces la pelea inició, la figura trató de zarpar su cuello, el joven fue ágil evadiendo la garra por bastante espacio, también era fuerte, logrando dominar a su contrincante, sujetándolo contra el suelo gracias a su peso.  

        En ese instante la figura se convirtió en humo, rodeándolo por completo. La mente del joven se desvaneció sobre el cuerpo putrefacto de un hombre desconocido. Un rato más tarde despertó justo en medio de la casa, pero no reconocía nada, nada era familiar, se levantó del piso con la sensación de asco sobre su piel nueva. En el rincón de la casa los cuerpos desangrados de su última comida permanecían inertes, allí lanzó el cadáver que ya no necesitaba. Afuera la luz de la mañana casi llegaba, debía dormir, necesitaba dormir un poco más. Rindiéndose a la fatiga, se acomodó en el catre que la familia usaba como cama común.

        Casi al anochecer despertó nuevamente, sintiéndose revitalizado, casi indestructible, su nuevo portador era mucho más de lo que parecía a simple vista. Le sorprendió que pudiese hacerle frente siendo un simple humano. Sin embargo, no quiso meditar sobre el tema, ahora tenía un portador nuevo, podría durarle más que unos meses, este era especial. Salió de la vivienda cuando la oscuridad casi era noche, se alejó sin pensar en nada más, en nadie más. Estaba dispuesto a probar ese nuevo cuerpo que parecía único. En la casa, a oscuras y silenciosa, la joven casi adolescente se movía poco a poco, tratando de salir del montón de cuerpos. Como pudo, se acercó a un estante donde unos potes de barro cocido se mantenían secos y protegidos, conteniendo hierbas que su madre cuidaba con mucho recelo. Arrojó algunas al espacio donde cocinaban, con un movimiento de sus deditos debilitados, una minúscula llama las hizo chascar apenas audiblemente. Unos minutos más tarde, una anciana llegó hasta la vivienda, vio a la niña tirada, vio lo que quedaba de su hijo, su mujer y sus dos nietos. Sabía qué había pasado, era obvio que un vampiro los convirtió en su presa y ahora solo podía llevarse a su nieta a un lugar seguro. Quemó lo que quedaba y se marchó tan rápido como había llegado.

 

 


 

lunes, 22 de enero de 2024

PORQUE ESCRIBIMOS

 Las razones de un escritor... ¿Las necesita?

 

     

       Por muchos años, escribir ha sido el medio por excelencia para expresar todas esas cosas que se me atoran en el corazón. Hoy escuchando un podcast titulado "Mientras no escribo", me he puesto a meditar en las razones para escribir, al menos las mías, francamente sin buscar ser grosera con nadie, considero que no las necesito. Por qué debería justificar la simple acción de plasmar en un medio físico o digital una idea, cita o cualquier otra cosa.  

        La escritura, como bien dice la grabación, me hace sentir bien, cumple con un propósito personal que para mí es vital. La escritura me permite purgar esos demonios que hablan sin parar en mi cabeza, libera esas ideas e historias que corren despavoridas sobre la hoja en limpio, tratando de llenarla con sus huellas. Cuando escribo el dolor se desvanece, la sensación de libertad y calma se hace más palpable. Cuando escribo puedo ser quien quiera, no importa, porque soy completamente libre. Aunque suena un poco extraño, cuando escribo me siento poderosa, única, invencible. Por qué entonces necesitaría justificarme de algún modo, no necesito hacerlo y no lo hago. 

        Al escribir esta nota, realmente no tenía una idea clara de lo que iba a colocar, simplemente quería golpear mi teclado con cualquier palabra, luego empecé a dibujar letras continuadas una tras otra, formando frases que unidas a otras llevan lo que lees ahora en tu monitor. Quiero escribir porque me gusta, me ha gustado siempre y mientras pueda hacerlo seguiré escribiendo. 



sábado, 20 de enero de 2024

PORQUE LEEMOS

 Cuánto recuerdas de lo que lees...

 

 


*Es un hecho comprobado que la lectura es el mejor medio para retrasar el deterioro neuronal*


            Esta pregunta me surge de una lectura que hice en Facebook, sobre un alumno que se cuestiona la razón de la lectura después de caer en cuenta que no recuerda la mayor parte de lo que ha leído. Meditando un poco en la respuesta más apropiada a dicha cuestión, estoy segura del valor real de la lectura en general. El propósito de la lectura no es quedarse en tu memoria, su propósito va más allá de eso. La lectura debe cambiar tu mentalidad, fortalecer tu capacidad de entendimiento del mundo y sustituir tu violencia innata por una conducta más sobria y asertiva dentro de tu entorno. La lectura libera tu mente de la negatividad, te permite discernir en cada situación según tus opciones presentes en ese momento determinado, escogiendo así el mejor camino posible. 

            La lectura constante abre miles de oportunidades de superación personal y económica, además modifica tu visión general de la vida. Una persona que lee aprende a comunicarse, a defenderse cuando es necesario, a contraatacar sin perder de vista la razón de ese ataque. Leer es el rasgo humano más determinante dentro de una civilización que avanza, una civilización con futuro. Leer es cultura. 

 


 

           




jueves, 18 de enero de 2024

RITUALES EN LA CIUDAD

 Qué pasa cuando no tienes un jardín o bosque donde conectarte...

 

 

         Bruja Urbana vive en la ciudad, literalmente rodeada de cemento, hormigón y vidrio; entonces cómo puede esta brujita conectarse con su lado "ancestral" si está tan atrapada por el bullicio citadino en todo momento. Esta situación puede llegar a ser muy frustrante. Lo que poco se toma en cuenta es que los elementos siempre nos rodean, ya no de la misma, directa y mundana manera, pero ahí están. Los puntos cardinales no desaparecen solo porque hay un edificio de varios pisos de altura por delante de ti, la luna seguirá realizando el mismo ciclo en tu calendario. Es cuestión de cambiar el enfoque de tu ritual, ajustando la forma en que representas esos elementos, puedes encontrar la vía más adecuada para conectarte con tu lado natural. Hay por supuesto aspectos que debes considerar entre los que está la manera de disponer de las ofrendas y para los que utilizan los altares, el modo de crearlo según el espacio disponible. Con los años, una puede llegar a ser muy efectiva con muy poco, ya sabes, la necesidad te obliga a ser creativa. 

       Otro de los puntos a considerar es la adquisición económica, al vivir en una ciudad el dinero siempre será el referente de cualquier cosa por realizar. Conocer donde conseguir lo que necesitas puede ayudarte mucho en tu práctica general. Los supermercados y los mercados son los sitios por excelencia para encontrar esos ingredientes necesarios, también puedes si es posible recurrir a mercados virtuales, aunque no soy partidaria de esta opción porque no sabes con qué te vas a encontrar. Crea tus herramientas fácilmente sin la dificultad de ser picada por algún insecto o por alguna reacción alérgica inesperada, busca aquellos objetos que pueden ser usados efectivamente para tus tiempos de magia y decóralos a tu gusto. Todo es posible cuando hay un propósito firme de conseguirlo. 






martes, 9 de enero de 2024

UN AGRADECIMIENTO AL AÑO QUE RECIÉN TERMINÓ

         


 

         El año 2023 ha terminado, fiestas y tiempo libre han dejado su lugar a nuevas jornadas, rutinas, obligaciones y proyectos. Como todos los demás, cada año hago una lista de propósitos por cumplir, pero, este año estoy decidida a completar cinco de los diez puntos anotados en ella como mínimo, de ahí que intencionalmente muchos de ellos lleven la palabra Concluir  justo al inicio. Además de esos puntos  hay cosas que deso aprender y alguna por iniciar. 

        Será que este año se hará posible colocar un Logrado junto a cada propósito. Bueno esa es mi intención, tal vez con algo de disciplina y empeño esto sea posible. 



 

       


jueves, 4 de enero de 2024

PRIMERA ENTRADA DEL AÑO

 Nuevos propósitos, nuevos comienzos




        Inicia el año, arrancando como generalmente lo hace, con listas de propósitos de año nuevo, retos literarios y nuevos proyectos personales. Como todos he dejado algunas cosas inconclusas el año anterior, espero terminarlas en este.  Por ahora voy a colocar aquí mis retos de lectura y escritura para este 2024, los iré publicando conforme los vaya cumpliendo mes a mes.






Los libros que he seleccionado son:

Enero: Juan Salvador Gaviota de Richard Bach, publicado originalmente en 1970

Febrero: Palabras como Espadas de Emily Dickinson

Marzo: El Guardian del Centeno de J:D: Salinger

Abril: Rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, escogido por mi marido

Mayo: Narrativa de Carmen Lyra, Relatos Escogidos

Junio: Historias de Shakespeare de la Biblioteca Araluce

Julio: Doce Cuentos Peregrinos de Gabriel García Márquez, ganador del nobel en 1982

Agosto: La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson

Septiembre: La Democracia de Costa Rica ante el siglo 21 de José Rovira Mas (en revisión)

Octubre: Mis confesiones de Máximo Gorki

Noviembre: El domador de pulgas de Max Jiménez

Diciembre: Canción de Navidad de Charles Dickens


LA NEBLINA

 TEXTO N. ° 5 Foto tomada de Internet. San José Costa Rica               En raras ocasiones la neblina viene a la ciudad, no le agrada la se...